El cambio de director de El Mundo, con el relevo de Pedro J. Ramírez por parte de Casimiro García Abadillo, ha desencadenado un intenso debate alrededor de la correcta interpretación de los acontecimientos.
En estos casos es prudente y provechoso definir los hechos
ciertos, separándolos de los aparentes, y basar en ellos cada cual su propia
teoría.
El primer hecho cierto es que se
trata de una destitución por parte del editor, en contra de la voluntad del
director saliente. Así la ha definida el directo interesado dirigiéndose a la
redacción en su discurso de despedida, en el que reafirmó que si era para él
seguiría toda la vida como director de El Mundo.
El segundo hecho cierto es que no
ha sido ni un despido ni una dimisión y el cambio, aun con tensiones, ha sido
pactado con Pedro J. que en definitiva lo acepta, ya que seguirá dos años más
publicando en el periódico su carta del domingo y manteniendo alguna
responsabilidad en el grupo Unidad Editorial.
La tercera certeza es la
continuidad de la línea editorial. El nuevo director Casimiro G. Abadillo, ha sido por 25 años, desde la
fundación de El Mundo, el segundo de a bordo de Pedro J. y es el propio Pedro J. que lo indica como la mejor garantía de continuidad.
No
se debe por lo tanto buscar la razón de la destitución en discrepancias en la línea editorial entre
propiedad y redacción.
La cuarta evidencia es el amplísimo
espectro de “resentidos” a causa de la fortísima personalidad y del peculiar estilo
de dirección de Pedro J.
Muchos habrán podido alegrarse por su destitución, en
el partido al gobierno y en la oposición; en Cataluña o en el País Vasco; un
González u otro González; en los sindicatos y en la
principal organización patronal; entre los forofos del Barça y también del Real
Madrid; en las filas monárquicas y entre los huérfanos de la república; a
Madrid y a Sevilla; entre protagonista, antiguos o recientes, de las crónica
judiciales, sean ellos jueces, abogados, fiscales, condenados o absueltos.
Buscar los inspiradores
de una conjura de los poderes fácticos contra el príncipe de uno de los más
poderosos de esos poderes, seria atribuir arbitrariamente culpas y/o méritos.
La quinta cosa cierta es la
crisis profundísima de los medios de papel. Es una crisis generalizada, que
embiste todos los grupos de comunicación de prensa, en España y en todo el
mundo.
Los elementos específicos de Unidad Editorial en esta crisis han sido
dos: (i) la adquisición en 2007 del grupo Recoletos, con el relativo endeudamiento de
1.000 millones de €, y (ii) el lanzamiento de Orbyt, la alternativa digital a
El Mundo de papel.
Estas dos operaciones pesan en la situación empresarial del
grupo, aunque no se pueda establecer definitivamente si hayan sido un error o
un acierto.
En situaciones similares siempre hay alguien que paga. En el fútbol normalmente le toca al entrenador, aun cuando no sea el principal responsable,
y Pedro J. era hasta ayer, sin duda alguna, el entrenador de El Mundo y de toda
publicación del grupo.
Todos estos son hechos y
cualquier teoría tiene que poderlo colocar coherentemente en el contexto. Valen
también conjeturas o intuiciones, siempre y cuando no contradigan los hechos.
Lo más prudente es esperar un
tiempo, y no hará falta que sea largo. En pocos meses la verdad se explicará de
por sí misma, sin necesidad de profetas o interpretes, y todos tendremos claro
porque Pedro J. Ramírez dejó ayer de ser el director de El Mundo, digan hoy lo que
digan todos los interesados, antiguo director incluido.
Entiendo las razones que expone. Pedro J. Ramírez era el conductor de un negocio que no levantaba cabeza por razones más que evidentes y él precisamente era la cabeza que pedían los que socababan el proyecto. Era una cuestión de balance, haberes y deberes.Para mí, como lector, es una cuestión de estar mal o bien informado. Y estaba, no mal informado, si no opinado. Me he alegrado de la destitución de P.J.R., aunque los motivos hayan sido espureos. En este caso los poderes fácticos le han hecho un gran favor al periodismo.
ResponderEliminarEn mi blog lo expongo con más claridad
http://cadasegundodescuenta.blogspot.com.es/2014/01/periodismo-sin-periodode-prueba.html